– Ahorro de costes
– Mayor probabilidad de tener éxito
– Publicidad más especializada
– Disminuir la incertidumbre
– Posibilidad de realizar modificaciones
– Prioridad en conceptos con mayor éxito
– Nuevas ideas
– Conocer uso de productos alternativos
El mejor momento para realizar las pruebas de concepto es aquel en el que el concepto ya ha sido desarrollado e incluye las características del producto, el posicionamiento deseado y la personalidad de la marca prevista. Las pruebas de concepto evalúan el concepto principal a través de un guion gráfico, bocetos, gráficos o incluso una maqueta del producto.